Implementar un nuevo software para gestionar la seguridad, el medio ambiente y la salud es un gran paso para tu organización, pero el éxito no se mide solo por haber puesto el sistema en marcha. El verdadero éxito ocurre cuando el sistema es adoptado plenamente, integrado y aceptado como parte natural de las operaciones diarias.
En Aion, hemos comprobado una y otra vez que una estrategia sólida de capacitación y puesta en marcha es clave para ayudar a nuestros clientes a cerrar la brecha entre la implementación y los resultados concretos.
Uno de los errores más comunes al implementar software es pensar que una única sesión de capacitación o una presentación bien diseñada serán suficientes para garantizar su adopción. No lo serán. La capacitación no se trata solo de presentar el sistema, sino de generar competencia y confianza en los usuarios.
Piensa más allá del "go live" y planificá múltiples fases de capacitación:
El objetivo no es simplemente marcar una casilla de capacitación: se trata de garantizar que los usuarios comprendan el contexto del sistema desde el inicio, puedan interactuar con él directamente y tengan apoyo para resolver dudas a medida que surjan. El resultado buscado es que el sistema les resulte intuitivo y útil a todos.
El cambio no es fácil, y los equipos responderán de diferentes maneras. Algunos verán el nuevo sistema como una mejora bienvenida; otros, con resistencia.
¿Algunas señales claras de resistencia? Frases como: “Esto no hace lo que necesito”, “Estoy demasiado ocupado” o el clásico “Siempre lo hicimos así, ¿para qué cambiar?”.
Para superar (o mejor aún, prevenir) esta resistencia, es clave cambiar la mentalidad de “tenemos que” por “podemos”. Se trata de cambiar el enfoque: de obligación a oportunidad. En lugar de ver el nuevo sistema como una carga, los colaboradores deberían percibirlo como una herramienta que facilita su trabajo, mejora la eficiencia y fortalece la seguridad.
¿Cómo lograrlo? Comunicando los beneficios de forma clara y constante, tanto para la organización como para cada persona. Comparte historias de éxito en cuanto surjan, destacando cómo ya está generando beneficios reales. Y no ignores los puntos de dolor: abórdalos directamente y mostrales cómo el nuevo sistema resuelve desafíos existentes.
Recuerda que cuando el liderazgo apoya activamente el cambio, marca la pauta para el resto del equipo. El lenguaje también importa, y es buena idea involucrar a la alta dirección para que lidere con el ejemplo. Anima a todos a usar un lenguaje positivo: en lugar de “Tenemos que registrar incidentes en un nuevo sistema”, que digan “Ahora podemos simplificar los reportes y detectar tendencias para prevenir problemas futuros”.
En definitiva, las reacciones al cambio siempre serán variadas. No esperes entusiasmo absoluto del 100%—y está bien. Aprovecha el impulso positivo, y no dejes que la resistencia opaque los avances.
El éxito no termina con la puesta en marcha. Se necesita una estrategia estructurada a largo plazo:
Toma entre 3 y 6 meses evaluar si la puesta en marcha fue exitosa. Usa métricas del sistema y retroalimentación del equipo para identificar qué está funcionando y qué se puede mejorar. Espera tener que hacer ajustes, y adopta la iteración como parte natural del proceso.
Implementar un software para gestionar la seguridad, el medio ambiente y la salud es una inversión. No permitas que una estrategia débil de capacitación y puesta en marcha le reste valor. Si te enfocas en desarrollar competencias, involucrar al equipo y apoyar una adopción sostenida en el tiempo, tu organización podrá aprovechar al máximo el potencial del sistema.
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